Desde el primer cuarto del Siglo XX el pueblo panameño siempre ha
tenido una muy aceptable afición por las películas de cine,
interpretándolas como una forma agradable y amena de entretenimiento y
de ocupación del tiempo libre.
Se ha comentado que a pesar de aquella crisis económica vivida por
la humanidad durante aquella época las salas cinematográficas se veían
muy concurridas porque constituían una válvula de escape para los
problemas cotidianos que sacudían también al pueblo panameño.
Así, esta joven industria se mantenía en ascenso y los Teatros
Amador, Cecilia, Variedades, El Dorado en esta ciudad y el América y
Strand en Colón, marchaban hacia adelante con buenos dividendos
económicos, gracias a la constante presencia de filmes de procedencia
estadounidense.
La paulatina introducción de nuevas tecnologías ha mejorado
ostensiblemente las propuestas en el cine panameño, sin embargo todavía
la producción doméstica de filmes tiene un largo camino por andar.
Amado Arjona Duque
No hay comentarios.:
Publicar un comentario